martes, 26 de enero de 2021

El tesoro del templo de la Merced


                                                            Autor: Carlos Gómez Mayo

Cuando era niño, me gustaba escuchar las leyendas que por generaciones, han pasado en forma oral de padres a hijos en nuestra familia.

Mi  bisabuelo Brígido ejerció el oficio de arriero durante varios años hace mas de un siglo y en sus constantes viajes desde Coahuayana hasta la ciudad de Colima y viceversa; llevando algodón y tabaco y trayendo al regreso telas y azúcar, se entero de muchas historias y leyendas, entre ellas la de un tesoro escondido.

Mi abuelo se la conto a mi madre y ella me la comunicó a mí, hace 40 años.

La guarde en mis recuerdos y el día de ayer, por accidente; al leer un periódico antiguo, comprobé que aquel hecho que parecía mentira, era una realidad indiscutible.

El tesoro ¡existe! y esta dentro de una piedra hueca del cimiento del templo de la Merced.

El 18 de abril de 1871, la Sociedad Católica, encargada de la construcción del inmueble, invito como padrinos de la colocación de la primera piedra del templo, al señor cura Ramón Arzac, al gobernador constitucional Don Ramón R. de la Vega, al C. Francisco Santacruz, gobernador sustituto; al C. Miguel Bazán, presidente municipal; al C. Antonio Gamiochi, jefe político; al Gral. Gregorio Saavedra y a los CC. Antonio Orozco, diputado; y Alejandro Béjar.

Dos bandas de viento amenizaban el ambiente con sus melodías frente a una numerosa concurrencia de familias pertenecientes a la alta sociedad.

A la vista de todos se realizó la colocación del tesoro.

Cruces, cadenas, monedas de oro y de plata, anillos y arracadas, fueron donadas y colocadas dentro de la roca y antes de que la sellaran, también se pusieron en su interior, la lista de maestros y alumnos del seminario que participaban en la construcción, la de los miembros de la Sociedad Católica y el acta con los nombres de las autoridades presentes en el acto.

Después se bendijo la piedra y se coloco en el cimiento y al finalizar el homenaje, todos volvieron a sus hogares.

Años más adelante, el templo se termino de construir, para esas fechas, la mayoría de los que asistieron al acto mencionado habían muerto y se llevaron con ellos a la tumba el secreto del lugar exacto en el que está colocada la piedra del tesoro,

Crédito fotográfico: Claudette Beal, página de Facebook Colima Antiguo.

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