lunes, 22 de mayo de 2017

El Valle de Alima

 
 Poco tiempo después de que las tropas españolas bajo el mando de Gonzalo de Sandoval, apoyadas por el contingente tarasco de Huizizilci, conquistaran el territorio de Coliman, los pueblos indígenas de esta región fueron repartidos en encomiendas.
   Los indios estaban obligados a trabajar gratuitamente o darle tributo al conquistador beneficiado y el a cambio tenía el compromiso de  instruirlos en la religión cristiana.
   A partir de entonces a el area geopolítica que ahora conocemos como el municipio de Coahuayana, se le asigno el nombre de El Valle de Alima, nombre que conservo por 268 años, y que en 1791 fue cambiado por el de Subdelegación de Coaguayana, sin embargo en  los papeles de traslados de propiedad de terrenos el termino Valle de Alima todavía perduro hasta el año de 1850.
   La Crónica de Michoacán menciona que en la batalla final de la conquista de Colima, los tarascos "mataron y sacrificaron a muchos de Colima y de sus pueblos, y los españoles no decían nada" tal vez por estar en el lugar donde se inició este enfrentamiento hallan  sido los habitantes de los pueblos originarios de esta zona a los hacen referencia, pues varios de ellos desaparecieron y solamente quedaron cinco con muy pocos habitantes cada uno.
   Alima con apenas 30 indios fue entregado al encomendero Sancho de Orna, Tlacuahuayan (Tlacanayna), con 15 indios, era la encomienda de Alonso de Quiñones, Tlapiztlan con 40 indígenas  perteneció a Manuel de Cáceres y de los otros dos que fueron Huepantitlan yTezuacan hasta el dia de hoy se desconoce el nombre de sus propietarios.
  Para el año de 1532, cuando se levantó el padrón de vecinos y pueblos de Coliman, Sancho de Orna y Alonso de Quiñones, ya eran difuntos y sus pueblos (Alima y Tlacuahuayan) pasaron a manos de la corona, por lo que se les asigno un corregidor, quien se encargaba de la recolección y la venta de los tributos. Como pago por su trabajo, el corregidor recibía la tercera parte del dinero obtenido después de subastar los productos en una almoneda publica que se realizaba cada vez que era necesario, en la Villa de Colima.
   Alima por ejemplo, entregaba, de acuerdo a la Suma de Visitas de la Nueva España 1548-1550, 48 mantas y 72 gallinas de la tierra (guajolotes) en tanto que Tlacuahuayan y Huepantitlan entregaban en conjunto 24 mantas, 36 gallinas de la tierra y 50 fanegas de maíz.
   Los nombres de los  corregidores de esta región que aún se conservan en varios documentos del Archivo Histórico del Municipio de Colima son los siguientes:
   Pedro Ruiz de Vilches, corregidor de Tlapiztlan en 1563, Diego Aguilar del Castillo corregidor de ese mismo pueblo en 1564 y 1569, Diego López de Ayala corregidor de Alima y Tlacuahuayan (Tlacobayan) en 1567, Juan Fernández de Ocampo corregidor de Alima y su partido de  1570 a 1572, Gonzalo Moreno corregidor de Tlacuahuayan de 1575 a 1576 y de Tezihuacan de 1576 a 1577, Alonso Carrillo de Guzmán  corregidor de Tlacuahuayan en 1577 y Martín Ruiz que fue corregidor de Tlapiztlan en 1593.
   Si usted es buen observador, notara que solo se nombraba un solo corregidor para esta zona independientemente del nombre del pueblo al que era asignado y esto se debía a que también tenía la obligación de ejercer la aplicación de la justicia entre los habitantes de todo el Valle de Alima sin importar que fueran indios, negros o españoles  y la existencia de otros más, solo serviria para entorpecer sus labores.
   Para su administración interna, cada uno de los pueblos indígenas, nombraba un gobernador o alcalde, un regidor y un mayordomo; los dos primeros los representaban ante las autoridades españolas y el mayordomo se encargaba de ver que la comunidad  cumpliera con el pago de los tributos.
   En el Archivo Histórico del Municipio de Colima, aun se conservan, algunos documentos que han permitido que los  nombres de varias autoridades indígenas hallan sobrevivido, a pesar de los siglos trascurridos. Entre ellos se encuentran:
   Pedro Tequitlate, gobernador del pueblo de Alima en 1552.
   Francisco Mozque, cacique de Tlapiztlan que murió en 1556.
   Martín Cortés, gobernador de Tlacuahuayan (Tlacuabayan) en 1570.
   Don Sancho (Sanchez) gobernador de Tlapiztlan fallecido en 1574.
   Don Gabriel, gobernador de Tezehuacan en 1574.
   Y algunos más, entre los que destaca  Alonso de Guzmán alcalde de Tlapiztlan de  1574 a 1576.
    Los indígenas del Valle de Alima a pesar de los abusos y vejaciones sufridas por los extranjeros que se apoderaron de sus tierras, sobrevivieron precariamente durante dos siglos más (después de ser conquistados) y finalmente desaparecieron para siempre entre 1738 y 1740 cuando una severa epidemia de una enfermedad conocida por el nombre de matlazahuatl los exterminó.
    Las ruinas de sus pueblos se podían observar todavía casi completas en 1970, pero los trabajos de nivelación de los campos agrícolas, realizados entre 1985 y el año 2000, prácticamente han borrado los vestigios de una antigua cultura, cuyos primeros habitantes llegaron a esta región en el año 200 a.C y que perduró por un lapso de 1938 años.
    Después de visitar las zonas arqueológicas de Coahuayana y de analizar los datos de la Suma de Visitas y varios documentos de las obras del excepcional historiador Dr. José Miguel Romero de Solís realice el mapa que se presenta en este artículo, que de cierta manera complementa el trabajo de el profesor Carl O.Sauer que cuando elaboró el mapa de Colima del siglo XVI, sitúo erróneamente al pueblo de Alima en donde ahora está Cerro de Ortega y nunca anotó el nombre de los otros cuatro asentamientos humanos en ninguna parte de la imagen mencionada.
 Sobre los españoles que vivieron aquí y las actividades económicas que desarrollaron, hablaremos en el siguiente artículo.

 

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